La ética de la información está relacionada con el uso y mal uso de la información. La información es considerada como una herramienta de conocimiento (Gómez, 2004) y también de poder. Esto implica que debe existir un flujo de información de manera circular, donde todos los individuos tengan acceso a ella sin discriminar por grupos de procedencia, situación económica, raza, sexo, edad, entre otros. Indica Gómez (2004) que es la información que es la información un bien evidente y real “que se vende, compra, cambia, reproduce y modifica”. Esto provoca que el tesoro de la información se proteja, acapare y acumule por algunos que no respetan o guardan una ética de la información. Esta situación pueda acarrear consecuencias irreparables y hasta letales si es controlada por personas sin cautela y respeto por el bien común y colectivo.
La información es la entrada al conocimiento, es la herramienta que tienen los individuos para socializar y trascender y es el bibliotecario quien tiene la responsabilidad de ofrecer la misma al usuario que la solicite sin discriminar. Las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) brindan excelentes oportunidades y herramientas para colaborar a descollar los retos sociales, económicos, ecológicos, educativos y políticos de la sociedad actual, pero es necesario equiparar el acceso a la información, más sin embargo no está garantizado para todos por igual.
Debe ser responsabilidad ética y social del PI la libertad de acceso a la información, sin importar el soporte y las fronteras, donde se pueda trabajar en pos de disminuir la brecha digital.
Gómez Mujica, A. (2004) Consideraciones en torno a la ética de la formación en el contexto de las redes automatizadas. Recuperado el 14 de abril de 2007 en http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol12_3_04/aci09304.htm
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